Desde el sábado, un contingente de 2,000 soldados y 1,000 policías ha estado operando en las colonias Tikal, Valle del Sol y La Chintuc, en el distrito de Apopa, municipio de San Salvador Oeste, para buscar pandilleros y garantizar la paz. Ayer, esta operatividad se extendió a tres colonias más: Madre Tierra, La Ponderosa y San Leonardo.
El cerco de seguridad instalado en estas zonas ha devuelto la tranquilidad a los pobladores, quienes ahora pueden desarrollar sus actividades comerciales, educativas y familiares con total normalidad. “Diario El Salvador” recorrió estos lugares y constató que los residentes apoyan las medidas implementadas por el gobierno del presidente Nayib Bukele para enfrentar a las pandillas y eliminar la criminalidad.
“Me parece que está muy bien que saquen al Ejército a las calles a patrullar; las personas se sienten más seguras de salir; además, el comercio se mejora porque la gente anda en las calles comprando sin miedo”, comentó Óscar Hernández, un comerciante de verduras en la colonia Tikal.
Militares y policías están presentes en cada pasaje y calle principal, realizando rigurosos chequeos en vehículos y casas. Hasta ayer, las autoridades habían detenido a al menos cinco miembros de la pandilla 18 y tres personas más por delitos relacionados con el tráfico de drogas, gracias a las denuncias ciudadanas.
Entre los capturados está Alejandro de Jesús Urrutia Castillo, identificado como terrorista de la pandilla 18 revolucionarios y miembro de la clica Tinys Locotes, con antecedentes por homicidio agravado en 2020. También fueron detenidos Miguel Ángel García Martínez, Manuel Alexander Orellana Miranda, Henry Alberto Jacobo Flores y Luis Eduardo García Amaya, alias Guayo, todos del mismo grupo criminal. Además, Diego Eduardo Rodas Zelaya, Carlos Alfredo Zavala Mejía y Edgardo Antonio Zelaya fueron arrestados con varias porciones de marihuana y crack.
Las acciones de seguridad son supervisadas por el Ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, y el director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas. La Policía solicita a los residentes documentación legal que respalde su lugar de residencia y verifica la información de las personas sospechosas para identificar posibles órdenes de captura o fichas como pandilleros.
“Todos queremos vivir en paz; la verdad es que quienes tienen que preocuparse por estos registros son los delincuentes”, expresó Ana Gálvez, una comerciante residente en la colonia Madre Tierra.
