El Gobierno de El Salvador ha intensificado sus acciones para combatir el zancudo transmisor del dengue, en respuesta a la alerta epidemiológica que afecta a la región latinoamericana. Estas medidas incluyen jornadas masivas de fumigación, destrucción de criaderos de zancudos, abatización de depósitos de agua de uso doméstico, y otras iniciativas destinadas a frenar la propagación de la enfermedad.
Hasta el pasado 7 de agosto, el Sistema Nacional de Protección Civil y el Ministerio de Salud han realizado un total de 615,423 inspecciones de viviendas en todo el territorio salvadoreño. Estas inspecciones tienen como objetivo identificar y eliminar los criaderos de zancudos, con el fin de reducir la incidencia del dengue en el país.
El pasado jueves, personal del Ministerio de Salud y de Protección Civil llevó a cabo una jornada de fumigación en el cantón Dolores Apulo, en el distrito de Ilopango, San Salvador Este. Durante esta actividad, se fumigó no solo las viviendas, sino también el parque recreativo ubicado en el lago de la zona, para garantizar la salud de sus visitantes.
José Flores, propietario de un negocio en la zona, destacó la importancia de estas acciones, señalando: «Es importante que no dejen ningún espacio donde el zancudo se refugie».
Las acciones del Gobierno de El Salvador buscan frenar la propagación del dengue y otras enfermedades transmitidas por vectores. Además de las fumigaciones y la destrucción de criaderos, estas medidas incluyen la abatización de depósitos de agua, la realización de pruebas en casos sospechosos de dengue y campañas de concienciación para prevenir la proliferación de zancudos.