En el jardín del museo Tin Marín se ha sembrado un árbol de Maquilishuat muy especial, ya que su semilla pasó 371 días en el espacio junto al astronauta de origen salvadoreño, Frank Rubio, como parte de un experimento científico.
Rubio llevó un conjunto de semillas al espacio durante su misión entre 2022 y 2023, y en abril de 2024, al visitar El Salvador, plantó 16 de esas semillas. Solo una de ellas logró germinar con éxito, convirtiéndose en Maqui, el árbol que ahora se encuentra en el museo de los niños.
Las autoridades del museo y de la embajada de Estados Unidos destacaron el valor simbólico de Maqui, dado que la semilla estuvo expuesta a altos niveles de radiación en la Estación Espacial Internacional. Sean McIntosh, consejero de asuntos públicos de la embajada, afirmó: “[El árbol] simboliza la relación entre los pueblos de Estados Unidos y El Salvador. Fue un milagro que Maqui existiera, pero gracias a Dios y a la ciencia fue posible. Ahora Maqui tiene una casa en el Tin Marín para que todos los niños lo admiren”.
El astronauta Rubio envió un video en el que agradeció a la organización salvadoreña Árboles y Agua para El Pueblo por cuidar las semillas, y al museo Tin Marín por exhibir el árbol para que los niños y sus familias puedan conocerlo. “Este proyecto no solo demuestra la capacidad de la ciencia para superar fronteras, sino que también nos recuerda nuestras raíces y la importancia de preservar nuestra herencia natural, incluso en los confines del espacio”, expresó Rubio.
Por su parte, el director del Museo Tin Marín, Juan Carlos Novoa, anunció que Maqui estará ubicado en la zona espacial del museo, permitiendo a cada visitante conocer la historia detrás de este extraordinario árbol. “Estamos muy contentos con Frank Rubio por este gran experimento. Nos dejó al único árbol que germinó como muestra de afecto a toda la niñez salvadoreña”, concluyó Novoa.