La pandemia de COVID-19 marcó un antes y un después para muchos emprendedores salvadoreños. Para María Eugenia Flores, modista de profesión, y su esposo José Roberto Alas, conocido como el payaso “Tijerita”, la crisis significó la oportunidad de reinventarse y dar vida a Pizzería Nuova Vita, un negocio familiar en Soyapango que ha florecido, en parte, gracias a la mejora de la seguridad en el país.
Con sus ingresos reducidos drásticamente durante la pandemia, María Eugenia y José Roberto comenzaron vendiendo quesadillas. Con el apoyo de amigos, que les donaron un horno, decidieron aventurarse en la venta de pizzas a sus clientes habituales en agosto de 2020. Pronto, su garaje quedó pequeño, y un mes después inauguraron su primera pizzería: Nuova Vita. “La pandemia nos cambió la vida, pero Dios nos iluminó para seguir adelante”, compartió María Eugenia.
Inicialmente, el nuevo local se equipó con lo poco que tenían: la mesa del comedor, la refrigeradora y algunas sillas. Pero la respuesta del público fue abrumadora, y en enero de 2021 ya habían adquirido un horno artesanal. Desde entonces, el negocio ha crecido con mejoras en el equipamiento y un menú ampliado que incluye siete especialidades de pizza, 19 tipos de frozen, y bebidas exclusivas como el Bubble tea. Nuova Vita ofrece sus productos en restaurante, para llevar y a domicilio, manteniendo precios accesibles.
El éxito de la pizzería ha sido tal que la familia ya planea abrir una segunda sucursal, con la mira puesta en el Centro Histórico de San Salvador, donde esperan llegar a un público aún más amplio. “Hemos innovado mucho en estos cuatro años, siempre con pasión y empeño. Si Dios lo permite, abriremos una segunda sucursal con nuevas ideas en nuestro menú”, aseguró María Eugenia.
Además del crecimiento de su negocio, María Eugenia fue seleccionada para participar en el programa MBA ACTEC de la escuela de negocios LID, de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (FUSAI), un programa diseñado para fortalecer habilidades gerenciales y apoyar el desarrollo empresarial a través de proyectos de transformación.
El auge de Nuova Vita no habría sido posible sin la mejora en la seguridad en Soyapango, gracias a la estrategia implementada por el presidente Nayib Bukele. María Eugenia recuerda cómo, en octubre de 2021, la delincuencia intentó imponerles una “cuota”. “Somos cristianos evangélicos y justo habíamos hecho un acto de acción de gracias cuando nos vinieron a exigir el pago mensual”, relató.
Sin embargo, para mayo de 2022, el asedio criminal había cesado gracias a los operativos de seguridad. “Era un miedo constante, especialmente por nuestros hijos, pero gracias a Dios, ahora podemos vivir y trabajar sin ese temor”, añadió.
Con una nueva realidad de mayor seguridad, el sector microempresarial ha florecido. María Eugenia concluyó optimista: “Ahora los emprendedores podemos darnos a conocer sin miedo, y eso ha sido clave para nuestro crecimiento”.