Esdras Nahún Ulloa Zelaya, miembro de la pandilla 18, fue sentenciado a 65 años de prisión por el Tribunal Quinto contra el Crimen Organizado de San Salvador, tras ser hallado culpable de tres homicidios y de participar en agrupaciones ilícitas. Ulloa Zelaya operaba en distintas zonas de Apopa y, según la fiscalía, desempeñaba un rol de “homeboy” dentro de su grupo, lo que implica autorización para ejecutar asesinatos, robos y extorsiones.
Durante el juicio, se presentaron evidencias testimoniales, periciales y documentales que comprobaron la implicación de Ulloa Zelaya en los delitos, cometidos entre 2008 y 2009. Entre las víctimas se encuentra una mujer que fue asesinada con disparos en el cráneo y abdomen el 9 de julio de 2009 en la colonia El Tikal, Apopa. Otro crimen fue contra un hombre apuñalado múltiples veces el 20 de febrero de 2008 en el cantón Tomayate, Apopa. Una tercera víctima fue asesinada a tiros tras ser bajada de un microbús el 25 de julio de 2009 en la calle principal de Apopa.
La sentencia dictada contra Ulloa Zelaya incluye 20 años de prisión por cada uno de los homicidios y una condena adicional de 5 años por asociación ilícita.