En el corazón de San Salvador, cientos de devotos católicos se unieron hoy para dar inicio a las conmemoraciones de la Semana Santa con la tradicional procesión del Domingo de Ramos. Este evento marca el triunfal ingreso de Jesús a Jerusalén y fue recibido con fervor y seguridad por los fieles.
La procesión, que recorrió las calles del Centro Histórico, fue una expresión de fe y devoción. Los feligreses portaban ramos de palmas bendecidas, recordando el pasaje bíblico de la entrada triunfal de Jesús a la ciudad santa. El recorrido partió desde la parroquia El Calvario, en la calle De La Amargura, y siguió por varias calles emblemáticas de la ciudad.
“Esta procesión tiene un profundo significado para nosotros, transmitido de generación en generación. Es un tiempo dedicado a nuestro padre celestial, en agradecimiento por su amor y guía”, expresó Daniel Castillo, uno de los devotos presentes.
La atmósfera estuvo impregnada de cánticos, oraciones y danzas, reflejando la devoción y la conexión espiritual de la comunidad católica en este momento especial del año litúrgico.