Desde el miércoles 4 de octubre, la vida de Magdalena Cabrera y su familia, junto con otras 74 familias del caserío Obra de Dios, en el cantón La Canoa, San Miguel, ha experimentado un cambio radical gracias a la aprobación unánime en la Asamblea Legislativa de la reforma de la Ley Especial para la Legalización de las Calles, Tramos de Calle, Carretera y Antiguos Derechos de Vía declarados en desuso y desafectados como de uso público a favor de estas comunidades.
Magdalena Cabrera, presidenta de la comunidad Obra de Dios, expresó su alegría y gratitud por esta noticia. “Toda la comunidad está feliz, gozosa. Gracias a Dios y a la ayuda que nos está brindando la nueva Asamblea Legislativa, ¿qué más podemos pedir con esa ayuda?”, comentó emocionada.
La comunidad de Obra de Dios ha estado luchando por la legalización de sus terrenos durante años. Muchos de sus habitantes llegaron a esta área hace 25 años, desplazados por los estragos causados por la tormenta tropical Mitch, y con un gran esfuerzo, levantaron sus hogares para darles un techo a sus hijos y nietos.
El caserío se encuentra en la antigua carretera hacia Usulután, que quedó en desuso con la construcción de la carretera Panamericana. Algunas familias se ubicaron en esta zona y otras en terrenos del Estado a lo largo de la carretera.
La aprobación de esta reforma brinda una seguridad invaluable a las familias de Obra de Dios, ya que varias personas habían intentado reclamar la propiedad de estos terrenos. María Jurado, una residente de la comunidad, compartió su experiencia: “Queríamos tener esa seguridad para nuestros hijos, porque han venido varias personas diciendo que son dueños, incluso aquí cerca está una señora a la que le han estado pidiendo $15,000, le exigían que hiciera un préstamo, pero ella ya tiene cerca de 40 años de vivir ahí y es una mujer de la tercera edad”.
La iniciativa en apoyo a estas familias fue impulsada por el diputado Caleb Navarro, representante de Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa, y marca un hito en el camino hacia la propiedad y la estabilidad para la comunidad de Obra de Dios.