Una encantadora tarde de juegos tradicionales revivió en el parque de Osicala, Morazán, gracias a una iniciativa liderada por la Casa de la Cultura local. El evento contó con la participación entusiasta de estudiantes del Centro Escolar Benito Juárez, quienes tuvieron la oportunidad de sumergirse en la riqueza de juegos ancestrales como el capirucho, yoyo, trompo y piscucha.
La directora de la Casa de la Cultura, Nely de Pereira, explicó que la actividad tiene como objetivo rescatar y preservar los juegos tradicionales que, con el tiempo, han sido desplazados por el uso creciente de dispositivos electrónicos entre la niñez y los adolescentes.
“Esta actividad la estamos realizando porque nosotros, como Casa de la Cultura, programamos cada año esta jornada con el propósito de dar a conocer los juegos que solíamos disfrutar en el pasado y que ahora los niños conocen poco y practican aún menos”, expresó de Pereira.
En tiempos pasados, cada uno de estos juegos tenía su propia temporada y se practicaban tanto en instituciones educativas como en comunidades. Sin embargo, lamentan maestros y autoridades de la Casa de la Cultura, que estas reuniones para jugar entre las nuevas generaciones son cada vez menos frecuentes.
Con el objetivo de mantener viva la práctica de los juegos tradicionales, la Casa de la Cultura organiza anualmente actividades similares, involucrando a estudiantes de centros educativos para que repliquen estas experiencias en sus escuelas y comunidades.
Rosa Tránsito Martínez, maestra del Centro Escolar Benito Juárez, destacó la importancia de rescatar estos juegos, ya que la tecnología ha absorbido gran parte del tiempo de los niños. “Es importante rescatarlos porque así los niños juegan sanamente”, afirmó.
Además de esta iniciativa, se anunció que próximamente se llevará a cabo un taller en el mismo municipio para la elaboración de piscuchas artesanales, seguido de un festival para celebrar y elevar estas manifestaciones culturales.