Mario Escobar, un destacado doctor en bioquímica y biología celular de 26 años, está realizando investigaciones en la Universidad de Rice en Houston, Texas, sobre el tratamiento de enfermedades cardíacas. En el marco del Día Nacional del Investigador Científico Salvadoreño, Escobar compartió detalles de su trabajo, que se centra en el desarrollo de herramientas genéticas CRISPR para controlar la función de las mitocondrias, esenciales para el tratamiento de ataques cardíacos.
Su investigación busca mejorar la calidad de vida de quienes han sufrido un infarto, condición que resulta en la muerte de células cardíacas y la disminución de la capacidad del corazón para generar energía. “Estamos tratando de incrementar los niveles de energía en el corazón mediante herramientas sintéticas y biología molecular”, explicó Escobar.
El joven investigador, en colaboración con dos colegas estadounidenses y estudiantes de posgrado, ha realizado pruebas en roedores y mamíferos más grandes, incluyendo cerdos y monos, y ha comenzado a experimentar con corazones humanos donados. “En uno o dos años, esperamos aplicar estos tratamientos en humanos”, agregó.
A diferencia de las terapias convencionales que buscan reducir la demanda energética del corazón, su enfoque innovador se basa en aumentar la energía disponible. Este avance podría mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardíaca y otras condiciones, inyectando un medicamento directamente al corazón que activa genes para elevar los niveles de energía de manera no invasiva.