El territorio nacional de El Salvador ha puesto en marcha una estrategia preventiva para abordar la amenaza de fenómenos naturales, especialmente las lluvias, que podrían desencadenar situaciones de emergencia. Con el país actualmente en alerta verde debido a un sistema de baja presión, se han habilitado más de 100 albergues en todo el país, listos para brindar refugio y seguridad a quienes se vean afectados por las condiciones climáticas adversas.
La implementación de estos albergues es una medida preventiva clave en anticipación a posibles escenarios de emergencia durante la temporada de lluvias del año 2023. El objetivo principal es proporcionar a las personas evacuadas un espacio digno y seguro donde puedan resguardarse de los efectos de las lluvias y otros eventos climáticos extremos.
Josué García, Director General de Albergues del Ministerio de Gobernación, enfatizó que estos espacios están completamente equipados con los suministros necesarios para atender a los albergados. Además, se brinda atención integral durante su estancia en los albergues para asegurar su bienestar.
La distribución de estos albergues se ha realizado estratégicamente en diversas regiones del país. La mayoría de ellos se concentran en San Salvador, donde se han habilitado 23 albergues. Otras regiones con una cantidad significativa de albergues incluyen La Unión con nueve, La Libertad con ocho, Morazán con siete y San Vicente con seis, entre otros.
García explicó que antes de establecer los albergues, se han evaluado los asentamientos poblacionales cercanos que podrían estar en riesgo debido a inundaciones o deslizamientos. La seguridad de la ubicación geográfica de estos refugios es una prioridad.
Un recurso esencial en la activación de los albergues es el mapa de riesgos por lluvias, el cual se actualiza constantemente para reflejar las zonas susceptibles a cambios a lo largo del tiempo. Esta herramienta permite a las autoridades tomar decisiones informadas y garantizar la seguridad de las personas en situaciones de emergencia.
La preparación proactiva de estos albergues y la planificación cuidadosa en respuesta a las condiciones climáticas adversas demuestran el compromiso del país para salvaguardar la vida y el bienestar de sus ciudadanos en situaciones de riesgo.