Ante la amenaza de la tormenta tropical Pilar, las autoridades de El Salvador han llevado a cabo evacuaciones preventivas para salvaguardar la vida de los ciudadanos. Un total de 555 personas, representando a 215 familias, han sido trasladadas a diversos albergues en todo el país desde el domingo hasta ayer.
La Dirección Nacional de Protección Civil emitió una alerta amarilla a nivel nacional, revocando la alerta roja que se había decretado a finales de octubre. Aunque Pilar ha comenzado a alejarse de las costas salvadoreñas, se esperan lluvias eléctricas en la tarde y noche, las cuales serán más intensas y de duración media a corta, alrededor de 40 minutos, antes de cesar.
La saturación de humedad en el territorio y la persistente lluvia llevaron a un aumento significativo en la cantidad de familias que buscaron refugio en los albergues. En los albergues habilitados, se brinda a los evacuados alimentación, productos de limpieza personal, servicios de salud y atención integral a los niños.
Las evacuaciones han afectado a comunidades en varios lugares de El Salvador, como El Bambú en San Salvador, La Finquita en Mejicanos, Altos de San Francisco en San Marcos, El Amate y Agua Zarca en Zacatecoluca, El Triunfo en Ataco, y María Victoria en Huizúcar, entre otros.
Hasta el momento, las afectaciones causadas por Pilar incluyen 39 deslizamientos, 112 árboles caídos, cuatro muros colapsados, 27 viviendas dañadas (tanto por inundaciones como por árboles caídos), dos ríos desbordados y lamentablemente tres personas fallecidas.
Además, los cultivos en la zona costera, especialmente en el oriente del país, han sufrido daños significativos, con más de 6,000 familias afectadas en Puerto Parada, Usulután, debido a la pérdida de hortalizas y granos básicos.
La amenaza de la tormenta tropical Pilar fue anunciada el domingo por las autoridades, lo que llevó al presidente Bukele a solicitar la declaración de estado de emergencia nacional. A raíz de esta solicitud, se activaron los protocolos de prevención en todas las instituciones para hacer frente a las posibles consecuencias de la tormenta.
Aunque Pilar ha comenzado a alejarse, la humedad persistente y la saturación del suelo siguen siendo motivo de preocupación. Las autoridades instan a la precaución y la vigilancia continua.